Con esta actividad de escritura se practica la capacidad de orientación espacial en la habitación y en la hoja. Seguir las líneas con precisión requiere precisión y una buena coordinación mano-ojo. Es importante que la actividad se realice lentamente y con precisión. Cuanto más pequeños sean los cuadrados, menores serán los movimientos de dibujo y más difícil será el ejercicio.
Una buena orientación espacial permite escribir las letras de manera uniforme sobre las líneas, manteniendo el tamaño y la forma correctos. Esto contribuye a que la escritura sea estéticamente agradable y legible. Para que los niños se orienten en la superficie bidimensional (en la página), es importante que antes tengan distintas experiencias en el espacio tridimensional.
Lápiz, plantillas impresas (véanse los recursos más abajo).
Utiliza el plano con patrones proporcionado. Empieza examinando los patrones presentes en cada fila. Tu objetivo es extender estos patrones a los espacios en blanco, asegurando la continuidad y coherencia de la secuencia.
Una vez que hayas ampliado con éxito los patrones, utiliza tu creatividad para crear los tuyos propios utilizando los planos vacíos. Comparte tu creación con los demás e invítales a que la vean y la amplíen.