Controlar la presión ligera (cuando el lápiz apenas toca la superficie de escritura) es importante para producir una escritura fluida y minimizar la fatiga de la mano.
El desarrollo del control de la presión ligera es un proceso gradual que requiere tiempo y práctica. En las primeras etapas del aprendizaje de la escritura, muchos niños tienen dificultades para controlar adecuadamente la presión. A menudo aplican una presión excesiva para mantener el control del lápiz, lo que puede provocar tensión y fatiga. Una vez automatizado el proceso de escritura, puede centrarse la atención en el ajuste de la presión.
Si la presión es elevada y persistente, debe tenerse en cuenta la observación del movimiento, ya que una postura relajada del lápiz y de la mano favorece un movimiento natural de escritura y minimiza la tensión de la mano.
El color describe los niveles de presión. El diagrama ilustra la distribución de la presión. Rojo = presión fuerte Azul = presión débil