La fluidez de los cambios de ángulo verticales se refiere a la suavidad y uniformidad con que se producen estos cambios y a lo bien integrados que están en el flujo de la escritura. Un agarre relajado del lápiz, en el que los movimientos procedan principalmente de los dedos, favorece esta fluidez.
Un control deficiente de la inclinación del lápiz se manifiesta en cambios bruscos del ángulo vertical, como movimientos espasmódicos o dirección irregular del trazo.