La forma de una palabra se refiere al aspecto externo de las palabras escritas, incluidos el tamaño, la forma, la alineación y el espaciado entre las letras. En una escritura legible, la forma y la disposición espacial de una palabra desempeñan un papel fundamental. Esto requiere una buena orientación espacial y un control motor preciso.
Para que surja un patrón de escritura regular, las formaciones de las letras deben automatizarse y el niño debe ser capaz de controlar sus movimientos con el lápiz. Un control motor tan preciso requiere una coordinación motora fina.