El control de la aceleración se refiere a lo bien que el escritor puede controlar la velocidad mientras escribe. Es de esperar que se produzcan momentos de aceleración y desaceleración, sobre todo al principio o al final del proceso de escritura y durante los cambios de dirección. El objetivo es gestionar estas transiciones con suavidad y evitar fluctuaciones no deseadas.
Un mal control de la velocidad da lugar a movimientos más bruscos. Un buen control de la aceleración ayuda a escribir letras y palabras de forma más uniforme, favoreciendo la fluidez de la escritura.
Un requisito previo para este control de la velocidad es el control diferenciado de los movimientos y la reproducción automatizada de la forma.
El color describe la aceleración de la pluma. Rojo = cambio brusco Azul = aceleración constante