Cuando un niño escribe en dos alfabetos diferentes, como el latino y el cirílico, ¿se transfieren las habilidades de escritura? ¿Están nuestras destrezas de la escritura ligadas a un alfabeto, o un niño que tiene dificultades en la escritura de uno de ellos experimenta dificultades similares en el otro? Para responder a estas preguntas, se pidió a 190 niños de 1º a 4º curso que copiaran un texto breve utilizando los alfabetos cirílico y latino en una tablet digital.
Un reciente cambio de política en Kazajistán nos brindó la oportunidad de medir la transferencia de destrezas de escritura, ya que en el momento del estudio aún no se había introducido el alfabeto kazajo basado en el latín. Como consecuencia, los alumnos de 1º curso tenían 6 meses de experiencia en cirílico, mientras que los de 2º, 3º y 4º tenían 1,5, 2,5 y 3,5 años de experiencia. Esta situación única creó una situación cuasi experimental que nos permitió medir la influencia del número de años de práctica del cirílico en la calidad de la escritura en alfabeto latino.
Los resultados mostraron que algunas de las diferencias entre las dos escrituras eran constantes en todos los grados. Estas diferencias reflejaban, por tanto, las diferencias intrínsecas en la dinámica de la escritura a mano entre los dos alfabetos. Por ejemplo, varias características de la presión del lápiz sobre la tablet eran muy diferentes. Otras características, sin embargo, revelaron menos diferencias entre los dos alfabetos en las distintas clases. Puesto que hemos comprobado que la calidad de la escritura cirílica aumentó del 1º al 4º curso, debido a una mayor práctica, también hemos comprobado que la calidad de la escritura latina también aumentó, a pesar de que todos los alumnos no tenían experiencia previa en escritura latina. Por lo tanto, podemos explicar esta mejora en la escritura latina como un indicador de la transferencia de habilidades de control motor fino del cirílico al latín.
Este resultado es tanto más sorprendente ya que esperábamos formular la hipótesis de una transferencia negativa, es decir, que los automatismos de la escritura de un alfabeto interfirieran con los requeridos por el otro alfabeto. Un efecto secundario interesante de estos resultados es que los algoritmos que hemos desarrollado para el diagnóstico de las dificultades de escritura en los niños francófonos podrían ser pertinentes para otros alfabetos, lo que allanaría el camino para la creación de un modelo translingüístico de detección de las dificultades de escritura.